viernes, 4 de febrero de 2011

Actividad Preliminar: La emergente sociedad del conocimiento: crítica

Sería un ideal crear ciudadanos creativos, habilidosos, adaptables e incluso innovadores. Invertir en el aprendizaje y el conocimiento debería, por supuesto,  ser la prioridad en cualquier país. Creo que eso no se ha entendido en países subdesarrollados como el nuestro donde el presupuesto a la educación y la ciencia es mínimo. Convencida estoy de que el conocimiento es un factor del desarrollo social y económico, sin embargo,  nuestros gobernantes no lo están, por eso, sólo nos queda a través de la docencia revertir a paso lento (porque no hay de otra) esta situación.
Como bien se nos señala, la sociedad del conocimiento demanda personal educado, porque están emergiendo nuevas empresas, nuevos empleos, nuevas tecnologías. Hay una constante en la innovación, aquél que cree algo insólito será el que sobresale (caso Google, Facebook).
Debería de importarnos más  la propiedad intelectual que cualquier otro sector, una inversión en las personas es lo que se demanda en México, pero cómo combatirlo cuando jóvenes con edad escolar no pueden ingresar a instancias pública porque no hay lugar para todos, no hay igualdad de oportunidades, hay exclusión. Hoy por hoy, instituciones de educación privadas se están comiendo el mercado ante las deficiencias de cobertura en educación pública, aunque la educación sea un derecho en nuestro país. Para ser parte total de la sociedad del conocimiento tendríamos como país ser más incluyentes y propiciar la igualdad, pero no se ha logrado, ni desde el aspecto educativo ni mucho menos en aspectos sociales.  Considero que a través de una docencia responsable se podría dar contrapeso, a través de un profesor, un educador, un mediador, un facilitador o un tutor, en fin, se puede afrontar este tema, pero aún así seguiríamos siendo excluyentes porque sólo se atendería a los que están inmersos en el campo educativo,  pues el resto no sigue su formación, como mencionaba, por falta de oportunidad o simplemente falta de recursos económicos.
Cómo docentes, cuál es nuestro papel, si nos apegamos a lo que la literatura nos dice, debemos saber que se demanda una evaluación por competencias, conocer los diversos métodos de aprendizaje, dominar enfoques psicopedagógico, el uso de tecnologías de la comunicación e información (en esta sociedad del conocimiento). Según las recomendaciones de la UNESCO sobre el uso de las TIC, en el documento Estándares de competencia en TIC para docentes, éstas “pueden ayudar a los estudiantes a adquirir las capacidades necesarias para llegar a ser: competentes para utilizar tecnologías de la información; buscadores, analizadores y evaluadores de información; solucionadores de problemas y tomadores de decisiones; usuarios creativos y eficaces de herramientas de productividad; comunicadores, colaboradores, publicadores y productores; y ciudadanos informados, responsables y capaces de contribuir a la sociedad” (pag. 2). Tenemos que comenzar a ser docente formadores de personas capaces de adentrarse a esta sociedad de conocimiento, donde además de la propuesta de creatividad, habilidad y adaptación, sean capaces de tomar decisiones, resolver problemas, afrontar conflictos, ser responsables  sociales (ante el calentamiento global), formarse en valores. ¿Sería posible que la educación a distancia sea una posibilidad para la inclusión?
Referencia:
UNESCO (Enero, 2008). Estándares de competencia en TIC para docentes. UNSCO: Londres. Recuperado el 30 de enero de 2011, de            http://www.eduteka.org/EstandaresDocentesUnesco.php

1 comentario:

  1. Muy cierto, sobre todo cuando no existe el apoyo adecuado del gobierno para invertir en infraestructura. En México tenemos el caso de las telesecundarias que no tiene una infraestructura correcta, no tiene las herramientas necesarias para que ambos, docente y discente logren su objetivo.

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